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Bosques:
Millones de hectáreas boscosas del mundo han
sido destruidas por el creciente aumento poblacional pues
son una fuente de combustible y material de construcción.
Investigaciones recientes revelan que los bosques tienen la
capacidad única de retener gases de efecto invernadero y
por ende son una gran protección de los efectos del calenta-
miento global. Es imprescindible que se lance una campaña
mundial de reforestación y se implementen leyes interna-
cionales contra la destrucción indiscriminada de bosques y
selvas, sobre todo la selva amazónica que es la mayor ex-
tensión de bosque primario del planeta. En ella viven el 50
por ciento de las especies vegetales y animales y 220 mil
indígenas en 180 pueblos. Y está desapareciendo a un ritmo
alarmante debido a que la tasa de deforestación continúa
aumentando.
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Los océanos:
La contaminación en nuestros mares oca-
siona una significativa reducción en la reproducción de los
peces así como la muerte y destrucción de los arrecifes co-
ralinos. Cabe señalar que mucha de la contaminación de los
mares se debe a los frecuentes derrames de petróleo y a los
millones de toneladas de basura que se tiran a sus aguas,
sobre todo de los cada vez más grandes centros turísticos
que no se dan abasto para contener la cantidad de huma-
nos que los visitan o que viajan en barcos cruceros, algunos
tan enormes como un rascacielos. Lo anterior sin soslayar la
cantidad de accidentes que han arrasado con kilómetros de
cadenas arrecifales.
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Conflictos y guerras:
Además de la devastación ge-
neralizada del medio ambiente, la desaparición de miles de
especies de flora y fauna cada año, la pérdida de recursos
naturales no renovables y docenas de problemas más, el
planeta también tendrá que hacer frente a guerras y conflic-
tos derivados de la falta de agua, alimentos, enfermedades
y otras catástrofes. Algunos de los más brutales conflictos
y guerras registradas durante las últimas décadas, se de-
rivan precisamente del estrés de la sobrepoblación y su
lucha por apoderarse de los recursos naturales y econó-
micos necesarios para su supervivencia. Muchos investi-
gadores coinciden en que la mayoría de los 37 conflictos
por el agua registrados desde 1950, ocurrieron entre Is-
rael y sus vecinos árabes por el río Jordán y sus tributarios
que abastecen a millones de personas de agua de uso
para beber y bañarse y además para la agricultura. Otros
países en conflictos bélicos por el agua y otros recursos
son Rwanda, Pakistán y la India, además se estima que
26 naciones con poblaciones de 230 millones de habitan-
tes, sufren de carestía de agua.
África, el continente más amenazado
El incremento poblacional del mundo se registra principalmente en las naciones en
desarrollo. Al mismo tiempo, en Europa se tiene prevista una disminución del cre-
cimiento poblacional de un 13 a un 7 por ciento durante el próximo cuarto de siglo,
mientras que en el África Subsahariana aumentó del 10 al 17 por ciento en los últi-
mos años. Los porcentajes en otras regiones se mantendrán en sus actuales niveles.
Naciones Unidas y universidades como Cornell auguran que en algunas partes de
África se registrará una grave escasez de agua en 2025. Esto debido a que tanto
la población como la demanda de los recursos naturales continúan creciendo, el
deterioro ambiental aumentará cada vez más con mayor rapidez. Se estima que la
escasez de agua afectará a más de tres mil millones de personas dentro de diez
años, sobre todo en el África Subsahariana. Aún se puede evitar estas catástrofes
ambientales en el continente más pobre del mundo si se toman las medidas nece-
sarias para conservar y administrar los suministros y las demandas de alimentos al
tiempo que se implementen programas para reducir el crecimiento de la población,
proporcionando a las familias y las personas información y servicios necesarios
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