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Jeanette Becerra Acosta
S
in duda, uno de los más grandes
problemas que afronta el planeta
es el ritmo de crecimiento inexorable
de la población mundial que se triplicó
en los últimos 60 años, y que impactó
de manera brutal en todos los aspec-
tos del medio ambiente. En 1950, la
población ascendía a dos mil 555 mi-
llones 982 mil 611; para 2013 superó
los siete mil millones, cifra que para
dentro de seis años se sitúa en más
de 7.5 mil millones, y de 9.2 a quizá
diez mil millones en 2050.
En la pasada edición del XX Aniversa-
rio de
Teorema Ambiental
, se publi-
caron “Los diez retos ambientales más
importantes” que debemos resolver
para detener el deterioro generalizado
de la Tierra y con ello evitar un futuro
incierto que cientos de investigadores
de las más prestigiadas universida-
des mundiales y científicos en todos
los países del mundo ya advierten de
pobreza, enfermedades y hambrunas
generalizadas, todo ello debido al cre-
cimiento poblacional que no podrá
quizá en 30 años o menos contar con
los recursos mínimos disponibles.
En los albores del siglo XXI, el pla-
neta vive en constante movimiento:
enormes migraciones hacia las me-
galópolis de enormes rascacielos y
barrios paupérrimos; una sociedad
con un creciente apetito voraz por
combustibles y alimentos, aunado a
un impredecible cambio climático y
el calentamiento global; la pérdida de
biodiversidad; la contaminación del
aire, el agua y la tierra, y todo esto
en un mundo donde el problema más
grave es precisamente la imparable
explosión demográfica.
Para esta investigación sobre el tema
se consultaron datos y opiniones de
docenas de instituciones académicas
y científicas, así como de la Organiza-
ción de las Naciones Unidas (ONU), el
Banco Mundial (BM), el Fondo Mone-
tario Internacional (FMI), y casi todos
coinciden en que los recursos natura-
les están bajo una progresiva presión
Crecimiento inexorable
de la población mundial
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impacta de manera brutal al medio ambiente
