Energía

Uruguay produce el 90 % de su energía a partir de fuentes renovables

  • Las fuentes eólicas, solares, hidroeléctricas y de biomasa en conjunto con instrumentos financieros novedosos han convertido al país sudamericano en un ejemplo

Teorema Ambiental/Redacción

El modelo tradicional de producción de energía en el mundo plantea que: el crecimiento económico va acompañado de un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero que aceleran el cambio climático. Sin embargo, Uruguay se ha convertido en un ejemplo de cómo desligar estas emisiones del crecimiento económico ya que su gobierno informó que el país obtiene el 90 por ciento de la energía que consume de fuentes renovables.

Además, el país ha adoptado instrumentos financieros novedosos vinculados a la sostenibilidad y el desarrollo, por lo que el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) apoya los esfuerzos de Uruguay para proteger el medioambiente con siete proyectos activos en el país.

Para presentar este balance, en agosto de 2023, la Dirección Nacional de Energía (DNE) del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) de Uruguay señaló en su Balance Energético Nacional (BEN) 2022, cómo se componían los diferentes flujos que forman la matriz energética del país.

El director nacional de Energía, Fitzgerald Cantero, mencionó que este proyecto cumple con un mandato histórico de elaboración y publicación del BEN por más de 50 años, como parte de la segunda transición energética del país, cuyos objetivos son la captación de inversiones en el área de energía, así como la descarbonización, que incluye diferentes medidas para los sectores del transporte y la industria, entre ellas la movilidad eléctrica y las medidas de eficiencia energética.

Resumió que aunque en 2022 continuó la sequía, la generación eléctrica a partir de fuentes renovables superó el 90 por ciento.

El BEN es un insumo básico para la planificación energética, ya que muestra la estructura de producción y consumo de energía en el país. Permite el seguimiento y la evaluación de políticas energéticas. Además, es el insumo para otros estudios, como el Inventario de Gases de Efecto Invernadero (INGEI) del sector energético.

Los resultados de Balance Energético se ven recogidos en el reporte internacional Trilemma del WEC, que muestra a Uruguay en el lugar 14 a escala mundial, según el ranking de países 2022 (había ocupado el lugar 13 en 2021). Trilemma es un índice que incorpora tres dimensiones: la seguridad energética, la equidad energética y la sustentabilidad medioambiental. Uruguay es el mejor país de la región, seguido por Chile, en el lugar 26, indicó el gobierno uruguayo.

Principales resultados

El año 2022 fue el segundo de crecimiento consecutivo en la economía, que alcanzó valores absolutos similares a la prepandemia: el producto interno bruto (PIB) creció 4.9 por ciento. A su vez, el país se encuentra en un periodo de tres años consecutivos de niveles de hidroelectricidad por debajo de la media histórica, debido a la sequía.

En lo que refiere a la participación de las fuentes de energía renovables, en 2022, en la matriz de abastecimiento se alcanzó el 56 por ciento, y en la matriz de generación eléctrica estas representaron el 91 por ciento. Estos resultados cumplieron con los objetivos trazados, que apuntaban a cifras mayores a 50 y 90 por ciento, respectivamente. Esto se vio reflejado en las emisiones de dióxido de carbono (CO2), que disminuyeron 5 por ciento respecto al año anterior.

En términos de infraestructura, la potencia instalada para generación eléctrica se mantuvo prácticamente igual a la del año anterior. Se destacó el desarrollo que ha tenido el sector eléctrico, ya que hasta 2005 el país solo contaba con las centrales hidráulicas del río Negro y de Salto Grande, así como con las centrales a partir de combustibles fósiles en el entorno a Montevideo. En años posteriores entraron en operación una serie de generadores eólicos, solares y a base de biomasa, distribuidos en todo el territorio nacional.

En lo relativo a la refinería, la estructura de producción se ha mantenido constante en los últimos años, con el gasoil como principal combustible producido y una participación de 46 por ciento en esa estructura de producción para 2022. El consumo propio de la refinería sí ha presentado variaciones, ya que desde 2017 se registra una sustitución de fuentes, con un consumo creciente de gas natural y decreciente de fueloil. Esto tiene una incidencia directa en la disminución de las emisiones de CO2 por ktep de petróleo procesado.

En lo que respecta a la matriz primaria o de abastecimiento, tanto en el petróleo y derivados como en la hidráulica, se ha presentado cierta variabilidad a lo largo de los 58 años de la serie histórica de balance, pero sin crecimiento neto para el periodo. Por su parte, la energía eólica, la solar y la biomasa han registrado variaciones importantes, con crecimientos significativos en los últimos años.

Fotografía: ONU

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