Cambio climático

UNICEF convoca a debatir el cambio climático desde los derechos de la infancia

Quizá llegó la hora de considerar al cambio climático como un fenómeno global de justicia intergeneracional

El cambio climático no es un fenómeno vinculado únicamente al clima. Tiene mucho que ver también con las personas, sus derechos y su futuro. En ese sentido, el cambio climático es el auténtico desafío global de nuestro tiempo.

Hoy, el mundo se enfrenta a grandes desafíos como la erradicación de la pobreza, los conflictos y la discriminación. La mayoría de los habitantes de la Tierra no cuenta con acceso a condiciones de vida dignas ni la protección de sus derechos fundamentales. ¿Cómo se relaciona el cambio climático con estos asuntos? ¿Cómo hacer que los derechos de las generaciones futuras sean nuestra prioridad?

El desafío debe ser considerado prioritario y reclama acciones urgentes. Quizá llegó la hora de considerar al cambio climático como un fenómeno global de justicia intergeneracional.

Las acciones tomadas, o mejor dicho, la falta de acciones frente a este desafío, es una forma de injusticia que se alimenta de las desigualdades y las perpetúa. Asimismo, expone a los menos responsables del fenómeno del cambio climático a la obligación de pagar un alto precio en las próximas décadas. A las generaciones futuras no les quedará más opción que asumir las injusticias que la generación actual está creando.

El concepto de cambio climático nos lleva a buscar un balance entre los derechos y reclamos de los ciudadanos actuales y futuros. La construcción ética de la justicia intergeneracional puede aportar soluciones a cuestiones de gran relevancia como la gobernanza de los recursos, los derechos de niñas y niños y la sostenibilidad medioambiental.

Un reciente informe del Centro de Investigaciones – Innocenti de UNICEF titulado The Challenges of Climate Change: Children on the front line, presenta resultados reveladores que nos ayudan a abordar este importante desafío de nuestro tiempo.

El cambio climático amenaza los derechos de la infancia ya que pone en peligro su condición fundamental: nuestro planeta. Durante mucho tiempo la acción humana ha ejercido presión sobre los límites sin ser capaz de predecir las consecuencias que estas acciones dejarán a las generaciones futuras. En un mundo como el actual, en el que el propio planeta está en peligro, quizás haya llegado la hora de poner sobre la mesa la idea de justicia intergeneracional.

Los pronósticos climatológicos no pueden predecir consecuencias que vayan más allá del año 2100, por lo que algunos escépticos argumentan que el futuro está muy lejos como para preocuparnos por él. Sin embargo, desde la perspectiva de los derechos de la infancia, disminuir la incertidumbre es razón suficiente para luchar por el pleno reconocimiento y ejercicio de estos derechos. La infancia es el grupo poblacional más grande y vulnerable a los impactos del cambio climático.

Según varios expertos, el 80 por ciento de las muertes que se producen en países en desarrollo como consecuencia del clima corresponden a niños. Además, con cada nuevo desastre climático, los derechos de los niños siguen siendo amenazados. Responder adecuadamente a estos hechos implicaría aplicar medidas de adaptación y mitigación centradas en la infancia que tengan en cuenta los derechos de los niños, lo que implica ampliar la perspectiva actual enmarcada en el presente para considerar las consecuencias en el futuro.

Asimismo, existe otra buena razón para entender el cambio climático como un asunto vinculado a los derechos del niño. Al asumir la afirmación recogida en la Convención sobre los Derechos del Niño —son titulares de derechos— debemos reconocer además que son un actor clave en el proceso de reconocimiento y acción frente al cambio climático dentro de sus comunidades, así como en la toma de medidas para afrontar los desafíos que este fenómeno impone.

Las niñas y niños pueden contribuir de manera relevante al necesario cambio global en temas como el cuidado del medio ambiente, la gestión de los recursos y el establecimiento de las bases para la sociedad del futuro.

Los niños y jóvenes de la actualidad conforman esa generación que deberá implementar los importantes recortes en las emisiones de gases de efecto invernadero que serán esenciales en las próximas décadas. A pesar de ello, este grupo permanece deliberadamente ignorado en las discusiones sobre cambio climático de alto nivel.

Extraído de: http://www.panamaon.com/

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