Cambio climático

¿Qué es el nivel del mar y cómo nos afecta su subida?

  • Aunque tradicionalmente ha experimentado variaciones naturales, su aumento se ha acelerado en las últimas décadas debido a causas como el cambio climático

BBVA Sostenibilidad

En la diversa geografía terrestre, el mar Muerto emerge como un fenómeno único. Situado en la depresión más profunda de la Tierra, este se encuentra a 435 metros bajo el nivel del mar. Pero, ¿cómo es posible que un “mar” se encuentre por debajo del “nivel del mar”?

La paradoja del mar Muerto radica en su singular geología y en el proceso geológico del que nació. Aunque se llame mar, en realidad no es más que un gran lago salado. Su hundimiento está relacionado con la actividad tectónica de la región, la cual ha creado una gran depresión alimentada por el río Jordán. La causa de su alta salinidad reside en la evaporación constante de sus aguas, la cual se ha ido incrementando con el calentamiento global.

¿Cómo se mide el nivel del mar?

El nivel del mar se utiliza como referente para ubicar y medir la altitud de las localidades y accidentes geográficos. Es una medida fundamental que indica la altura promedio de la superficie del océano en relación con un punto de referencia.

Esta medida no es constante, ya que puede variar según el lugar y la época del año debido a factores como las mareas, el clima u otros fenómenos naturales. Para poder compensar estos efectos, según la organización internacional Permanent Service for Mean Sea Level, el nivel medio del mar se define como “el nivel de las aguas tranquilas del mar promediado durante un periodo de tiempo (meses, años)”.

Existen varias técnicas para poder determinar esta medida. Una de las principales herramientas para ello son los satélites altimétricos, los cuales utilizan tecnología de radar para calcular la distancia entre el satélite y la superficie del océano. Este es el método que utiliza la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), la cual lleva más de 30 años monitoreando el nivel del mar.

Además de los satélites, existen estaciones mareográficas distribuidas en la costa que registran las variaciones del nivel del mar a lo largo del tiempo. Estas estaciones utilizan instrumentos como los mareógrafos, que miden la altura del agua en relación con un punto de referencia fijo en la costa. También se emplean boyas equipadas con sensores que registran cambios en el nivel del mar y transmiten los datos a estaciones terrestres.

Estas técnicas combinadas permiten a los científicos monitorear de cerca el nivel del mar y comprender cómo está cambiando con el tiempo. La medición precisa del nivel del mar es esencial para predecir sus efectos futuros y desarrollar estrategias de adaptación y mitigación adecuadas frente al cambio climático y sus impactos.

¿Cómo están cambiando actualmente los niveles del mar?

Las mediciones realizadas por la NASA revelan que desde 1880, el nivel del mar global ha aumentado 20 centímetros y, para 2100, se espera que aumente entre 30 y 122 centímetros más.

Según un informe de la Organización Meteorológica Mundial, en 2023 el nivel medio a escala mundial alcanzó un máximo histórico. En la última década, su tasa de aumento es más del doble que la correspondiente a los primeros diez años de registros (1993-2002). Sin embargo, esta cifra puede variar en diferentes regiones del mundo debido a factores locales, como la subsidencia del suelo, las corrientes oceánicas o la explotación de las aguas subterráneas.

Causas del aumento del nivel del mar

Según el informe de la OMM, 2023 fue el año más cálido de los 174 años de registros que existen. Hay que tener en cuenta que, al igual que el mercurio de un termómetro, el agua se expande cuando se calienta. Además, los océanos absorben más del 90 por ciento del calor proveniente del calentamiento global, lo que contribuye a la dilatación de sus aguas y, por tanto, al aumento de su nivel.

La OMM advierte de que en 2023 también se batieron récords con respecto al calor oceánico y se prevé que esta tendencia continúe. Hacia finales de 2023, más del 90 por ciento del océano había experimentado olas de calor en algún momento del año. Unido a este hecho, el sexto ciclo de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) apunta al deshielo como la principal causa del aumento del nivel del mar.

Este informe revela que en las últimas décadas, el cambio climático ha provocado una gran reducción de la extensión de la criosfera, con una pérdida de masa de los mantos de hielo y los glaciares y una reducción del espesor del hielo marino del Ártico. También ha supuesto un aumento de la temperatura del permafrost, con el correspondiente deshielo que esto supone.

Consecuencias de la subida del nivel del mar

El IPCC advierte de que, si el nivel del mar continúa subiendo, los fenómenos relacionados con este, que históricamente han sido poco habituales, se producirán con más frecuencia, especialmente en las regiones tropicales. Las ciudades y pueblos situados en zonas bajas se enfrentarán a un mayor riesgo de inundaciones, lo que puede provocar daños en las infraestructuras, pérdidas humanas y económicas y desplazamientos de la población. Tanto es así, que algunas investigaciones alertan de que en 2050, la superficie que ocupan 300 millones de personas se inundará al menos una vez al año.

La erosión costera es otra consecuencia importante de la subida del nivel del mar. Las olas y las mareas altas erosionan las playas y las costas, poniendo en peligro la estabilidad de infraestructuras costeras como carreteras, viviendas y sistemas de abastecimiento de agua. Estos últimos se podrían ver doblemente afectados, ya que la intrusión de agua salada en acuíferos y suelos agrícolas reduce la disponibilidad de agua dulce, lo que puede afectar a la productividad agrícola y a la seguridad alimentaria.

Por último, la vida de los ecosistemas costeros como los manglares o los arrecifes de coral sufriría daños irreparables debido a la pérdida de hábitat y a la acidificación del océano, afectando a la biodiversidad marina y la pesca.

Fotografía: pxhere.com

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