Agua

Tratar el agua con cal, una alternativa para atender la demanda ante la sequía

  • El hidróxido de calcio actúa como coagulante para precipitar sólidos y elimina metales pesados tóxicos para el consumo humano, además permite ajustar el pH

Teorema Ambiental/Redacción

En 2024 enfrentamos un severo problema de sequía como no se había registrado desde 2011. De acuerdo con el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a finales de mayo del presente año el 76 por ciento del territorio nacional tenía algún tipo de sequía.

Este escenario mejoró al reducirse hasta un 40 por ciento a finales de julio, en gran medida por las recientes lluvias en el país; sin embargo, aún existen importantes retos sobre la infraestructura para la captación y la distribución del agua, así como del tratamiento de esta para su uso humano.

Como consecuencia de este problema hemos escuchado muchas alternativas para contar con agua suficiente, como captarla, almacenarla y distribuirla para evitar falta de suministro durante los meses de mayor calor.

Sin embargo, la mayor parte de esas discusiones tienen que ver con la fuente o el origen del agua que podríamos usar, es decir, si debemos extraerla de una cuenca distinta, si los niveles en los pozos y presas es suficiente e incluso si se puede retirar la sal del agua de mar para que podamos utilizarla en el consumo doméstico.

Sin embargo, hay otro factor que debemos considerar ante este reto: la limpieza o tratamiento del agua que ya utilizamos para poderla recircular y no tener que buscar más “agua nueva” para las ciudades en las que vivimos.

La limpieza o saneamiento de aguas se realiza en cuatro fases y puede aplicarse con diferentes técnicas. En primera instancia, se filtra, un proceso que permite separar sólidos y contaminantes suspendidos en el agua, el segundo paso emplea procesos físicos o químicos que permiten aglomerar contaminantes y remover sustancias como nitratos, fosfatos, así como otros metales mediante la absorción por carbón activado u otros materiales absorbentes.

El tercer paso utiliza bacterias con el propósito de eliminar los contaminantes que aún se mantengan y, por último, se desinfecta el agua.

En México, para estos cuatro pasos se utiliza con frecuencia la cal, que es hidróxido de calcio, que actúa como coagulante para precipitar sólidos y elimina metales pesados tóxicos para el consumo humano, además permite ajustar el pH y tiene propiedades desinfectantes, permitiendo así eliminar impurezas e incrementar la dureza y alcalinidad del agua, con lo que mejora su calidad.

Fotografía: Conagua

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