- En 2023 la superficie con sequía moderada a extrema fue de 50.16 % a escala nacional
Teorema Ambiental/Redacción
México enfrenta desafíos significativos relacionados con la gestión del agua, derivado de una situación climática cada vez más extrema. En el último año la mitad del país ha lidiado con niveles alarmantes de sequía, afectando tanto áreas rurales, como urbanas.
Datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) señalan que en 2023 la superficie con sequía moderada a extrema fue de 50.16 por ciento a escala nacional. Por otro lado, también se presentan lluvias intensas de manera irregular, provocando inundaciones y deslizamientos de tierra. Sin embargo, el mismo organismo reportó 13.4 mm de lluvia en todo el país en febrero, lo que representó un déficit de 28.3 por ciento respecto al promedio de febrero de 1991-2020, ubicándose como el decimotercer febrero más seco.
¿Cómo enfrentar los desafíos climáticos?
La variabilidad en la cantidad y distribución geográfica de la lluvia presenta retos significativos para la conservación y gestión del recurso hídrico. En regiones con poca disponibilidad, han surgido soluciones a la intersección de tradición e innovación para el uso eficiente del agua, captación de agua de lluvia; así como recuperación de acuíferos, convirtiéndose en alternativas eficaces para asegurar la disponibilidad del recurso, además de permitir su almacenamiento para su aprovechamiento durante periodos de sequía.
En zonas áridas rurales el reto es aún mayor por la degradación y compactación de suelos. Una solución innovadora es Rancho Cacachilas, ubicado en la Sierra de las Cacachilas, municipio de La Paz, Baja California Sur, que se ha convertido en un referente en el manejo responsable y regenerativo de los recursos naturales. Apoyado e impulsado por innovaciones Alumbra (iAlumbra), Rancho Cacachilas busca demostrar y catalizar modelos de desarrollo económico que restauren la naturaleza, honren a la comunidad y promuevan la salud y la prosperidad.
Una actividad clave que ha sido implementada para la restauración de suelos es la construcción de obras de control de erosión creadas principalmente con piedras y ramas. Las cuales consiguen reducir la velocidad del agua, promoviendo su infiltración y recarga hacia el subsuelo. Además, consiguen beneficiar tanto a la flora y fauna local, como a las comunidades cercanas. Gracias a su implementación hoy la región tiene una alternativa para contar con el recurso durante más meses del año, mitigando los efectos de la sequía y promoviendo la regeneración del paisaje natural.
El enfoque de Rancho Cacachilas también incluye la restauración de caminos antiguos y la implementación de prácticas de permacultura que mejoran el rendimiento del suelo y aumentan la infiltración de agua, todo ello realizado en colaboración con las comunidades locales, organizaciones de la sociedad civil, investigadores y universidades regionales y apoyado por instituciones internacionales.
La situación hídrica en México y el mundo requiere de soluciones ingeniosas y sostenibles como las implementadas en Rancho Cacachilas. Con el manejo responsable de las cuencas se asegura el suministro para las comunidades, y también se promueve la resiliencia ante los cambios climáticos.
Con el apoyo de iniciativas como las de Innovaciones Alumbra y el compromiso de proyectos como Rancho Cacachilas, estas estrategias ayudan a disminuir los problemas actuales, permitiendo preparar al país para enfrentar futuros desafíos hídricos. Con un enfoque integral y colaborativo, es posible transformar la manera en que gestionamos este vital recurso, construyendo un futuro en el que cada gota cuenta, garantizando agua para todos, incluso en los momentos más difíciles.
Fotografía: Alumbra
