E
n la pasada edición del
XX Aniversario de
Teore-
ma Ambiental
, presentamos
“Los diez retos ambientales
más importantes” que la hu-
manidad debe afrontar y em-
pezar a solucionar en menos
de una década si es que esta-
mos conscientes de nuestra
responsabilidad para detener
el deterioro del planeta y con
ello evitar el oscuro panora-
ma de miseria, enfermeda-
des, escasez de alimentos y
agua; una contaminación generalizada que afectará más
allá de lo inimaginable a las futuras generaciones.
De esos diez retos, hoy presentamos uno de los más pe-
ligrosos para la supervivencia del medio ambiente y del
devenir de la raza humana: el inexorable crecimiento po-
blacional en el mundo que es, a todas luces, uno de los
factores que más afectan a nuestros bosques, al aire que
respiramos, el agua que bebemos, la biodiversidad y la
desaparición de miles de especies de flora y fauna.
La población mundial se triplicó en los últimos 60 años, y
con ello arrancó el brutal impacto en todos los aspectos del
medio ambiente. En 1950, había dos mil 555 millones 982
mil 611 pobladores en el planeta; para 2013 ya había siete
mil millones, cifra que para dentro de seis años se situá en
más de 7.5 mil millones, y de 9.2 a quizá diez mil millones
en 2050.
En los albores del siglo XXI, el planeta vive en constante
movimiento: enormes migraciones hacia las megalópolis
y barrios paupérrimos; una sociedad con un apetito voraz
por combustibles y alimentos, aunado a un impredecible
cambio climático y el calentamiento global, sin que has-
ta ahora los gobiernos del mundo se preocupen realmente
por instaurar un desarrollo sustentable y promover progra-
mas de educación para la planificación familiar y que, de
acuerdo con el Banco Mundial, es imprescindible abordar
este grave problema para evitar —sobre todo en países en
desarrollo— hambrunas, muerte, devastación y guerras por
los alimentos y el agua que escasearán antes de 2050.
Asimismo, el ingeniero Carlos Álvarez Flores, presidente de
México, Comunicación y Ambiente, AC, en su artículo “El
riesgo de las sustancias químicas”, habla acerca de una in-
vestigación que revela que en los últimos 50 años el avance
tecnológico nos ha ofrecido nuevas formas de producción
de alimentos, herramientas y utensilios, equipos y aparatos
eléctricos y electrónicos, medios de transporte, formas de
esparcimiento, ropa y accesorios, alimentos procesados,
cosméticos, medicamentos, plaguicidas, productos para el
cuidado de nuestra piel, nuestra limpieza personal y la de
nuestros hogares, en los que las sustancias químicas han
cobrado un lugar preponderante, pero al estar en contac-
to con nuestro cuerpo y a través de la exposición crónica
en aire y agua necesariamente causan algún efecto sobre
nuestra salud y sobre el ecosistema.
Norma Sánchez-Santillán y Rubén Sánchez-Trejo del De-
partamento El Hombre y su Ambiente. UAM-Xochimilco,
abordan otro de los “diez retos” del número de aniversario:
“Áreas naturales protegidas, ¿Una prioridad viable ante el
cambio climático?”. Los investigadores analizan cómo los
asentamientos humanos y las actividades que desarrollan
para cubrir sus necesidades han impactado al ambiente de
múltiples formas. Para paliar los efectos sobre la pérdida
de especies, es decir, de su biodiversidad, se propuso la
creación de áreas naturales protegidas (ANP); sin embargo,
al paso de los años se ha demostrado fehacientemente la
limitada y estrecha visión del proyecto, como muchos otros
basados en paradigmas simplificadores, advierten.
Un tema de actualidad que ocupa espacios importantes en
todos los medios de comunicación, es el del conflicto en
Los Cabos, Baja California, la controvertida construcción
de un megaproyecto llamado “Cabo Dorado”. No obstan-
te sus inversionistas, entre éstos el ex presidente Vicente
Fox, asociados con empresas chinas y estadounidenses,
algunos de sus ex colaboradores lo definen como un de-
sarrollo integrado único en su tipo en el país al conjuntar
oferta educativa, de investigación científica, de recreación
y fomento a la salud, así como cultural con un sentido claro
de preservación ambiental, lo cierto es que los habitantes
de la zona, pescadores y ambientalistas se oponen a la
construcción de este megaproyecto por encontrarse a 15
kilómetros de la reserva natural Cabo Pulmo, cuya fragi-
lidad se vería amenazada si se autoriza dicho proyecto.
Hasta el cierre de esta edición, el asunto está en manos del
Congreso de la Unión donde los diputados podrían prohibir
la edificación de este magno centro turístico.
Otro tema crucial es el de la tenencia de la tierra en Quin-
tana Roo, y al respecto Jorge López Negrete, delegado de
la Procuraduría Agraria de ese estado, indicó que en el eji-
do Holbox hay gente que pretende sembrar inestabilidad
social y jurídica. Aseguró que él no tiene conocimiento de
que se vaya a desarrollar algún proyecto turístico en la
zona y que su objetivo es actuar conforme a derecho, con
total transparencia e imparcialidad en materia de tenencia
de la tierra. Y sentenció que si en un futuro el grupo de
ejidatarios involucrados lleva a cabo proyectos turísticos
en el ejido, deberá cumplir a cabalidad con la normatividad
ambiental.
Wendy Coss y León
Directora General
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