Organizaciones ambientalistas denunciaron que la empresa Confinam incurrió en desacato y negligencia al construir un tiradero de basura industrial en un terreno ubicado sobre el acuífero de Cuautitlán-Pachuca, en Jilotzingo, Estado de México.
El empresario Mauricio Gómez Báez, dueño de Confinam y Sanirent, no realizó consulta previa a la población, violando la garantía de audiencia según el Artículo Octavo Constitucional, y desacató la orden del Juzgado Tercero de Distrito en la que se da la suspensión de la obra.
En comunicado de prensa conjunto, el Comité Técnico Ciudadano de Jilotzingo, el Grupo de Tecnología Alternativa y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, sostuvieron que el proyecto de relleno de basura industrial viola la Norma Oficial NOM-083-SEMARNAT que prohíbe crear rellenos sanitarios sobre mantos acuíferos.
Sentenciaron que con la operación de este relleno se corre riesgo de contaminación del acuífero con residuos biológicamente infecciosos, lo que tendría impactos negativos sobre miles de personas de Jilotzingo y los municipios conurbados del Valle de México que se abastecen del acuífero.
El proyecto tiene el antecedente de haber sido fuertemente cuestionado y rechazado por las comunidades cercanas de San Luis Ayucan, Mazatla y Espíritu Santo. En meses anteriores, las comunidades se manifestaron por la cancelación de este proyecto.
El predio se ubica en el socavón de la mina Agregados Chiluca, que a su vez está rodeada de un área antiguamente boscosa.
Redacción Teorema Ambiental