Tan sólo en México habitan aproximadamente 4,000 especies de plantas con flor que tienen atributos medicinales, lo equivalente al 15% de la flora total del país
México, D.F.— El uso de plantas para efectos medicinales en México es la muestra de la estrecha relación que existe entre la biodiversidad y la cultura mexicana. Nuestros antepasados prehispánicos desarrollaron un amplio conocimiento en botánica y sus efectos sobre la salud humana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que cerca del 80 por ciento de la población mundial consume plantas para satisfacer o complementar sus necesidades médicas. Tan sólo en México habitan aproximadamente cuatro mil especies de plantas con flor que tienen atributos medicinales, lo equivalente al 15 por ciento de la flora total del país, es decir, que una de cada siete especies posee propiedades curativas. Sin embargo, la investigación biológica y química de los compuestos activos sólo se ha llevado a cabo en el 5 por ciento del total de estas especies.
La biodiversidad del planeta y variedad de climas, favorecen la existencia de miles de plantas con diversas cualidades curativas. Se calcula que cada especie medicinal contiene entre ocho y diez principios activos. El ecosistema, la humedad y edad influyen en la cantidad de beneficios que puede aportar una planta.
El consumo de herbolaria para fines médicos representa un importante mercado. De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) en todo el mundo se facturan 60 mil millones de dólares al año por comercialización de medicinas de patentes elaboradas con plantas medicinales.
También existe un mercado de “microdosis” de plantas que se consume en cantidades muy pequeñas para obtener un efecto similar a la medicina alopática, sin embargo, son poco empleados por las farmacéuticas debido a que no representan ganancias muy altas para la industria.
Las bondades de la naturaleza son incalculables, no obstante se carece de normas y legislaciones adecuadas para regular el consumo de herbolaria necesaria para evitar la toxicidad y el uso indebido. Por ejemplo, la especie Datura stramonium, mejor conocida como toloache, es una planta con activos como la hiosciamina y escopolamina que producen un efecto hipnótico. De acuerdo con la creencia social funciona como “filtro de amor”. Su uso irresponsable ha generado casos de envenenamiento, especialmente en niños que la han consumido por accidente.