Ciencia y tecnología

¿Qué pasa si la Tierra girara al revés?

Una simulación informática de la Unión Europea de Geociencias Asamblea General 2018 en Austria reveló cambios trascendentes en el planeta si esto ocurriera

Teorema Ambiental/Redacción

Los desiertos cubrirían América del Norte, las áridas dunas de arena reemplazarían extensiones de la selva amazónica en América del Sur, y paisajes verdes ocuparían el centro de África hasta Oriente Medio, según una simulación informática presentada en la Unión Europea de Geociencias Asamblea General 2018 en Austria.

En la simulación, los desiertos desaparecieron de algunos continentes y aparecieron en otros, mientras los inviernos gélidos asolaron Europa Occidental. Las cianobacterias, un grupo de bacterias que producen oxígeno a través de la fotosíntesis, florecieron donde nunca antes lo habían hecho.

Y la Circulación Meridional de Derivación del Atlántico (AMOC), una importante corriente oceánica reguladora del clima en este cuerpo de agua, se desvaneció y resurgió en el océano Pacífico norte. Durante la órbita de un año de la Tierra alrededor del sol, nuestro planeta finaliza una rotación completa sobre su eje, que va del Polo Norte al Polo Sur, cada 24 horas, girando a una velocidad de aproximadamente 1.670 km/h en el ecuador.

Su dirección de rotación es progrado, o de oeste a este, que aparece en sentido antihorario cuando se ve sobre el Polo Norte, y es común a todos los planetas de nuestro sistema solar, excepto a Venus y Urano. A medida que la Tierra gira, el empuje y el tirón de su impulso dan forma a las corrientes oceánicas, que, junto con los flujos de viento atmosférico, producen una gama de patrones climáticos en todo el mundo.

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Para estudiar cómo el sistema climático de la Tierra se ve afectado por su rotación, los científicos modelaron recientemente una versión digital de la Tierra girando en la dirección opuesta, en el sentido de las agujas del reloj cuando se ve desde el Polo Norte, una dirección conocida como retrógrada, explicó Florian Ziemen, cocreador de la simulación e investigador del Instituto Max Planck de Meteorología en Alemania.

“Invertir la rotación de la Tierra conserva todas las características principales de la topografía como tamaños, formas y posiciones de continentes y océanos, pero crea un conjunto completamente diferente de condiciones para las interacciones entre la circulación y la topografía”, dijo Ziemen.

Esta nueva rotación preparó el escenario para que las corrientes oceánicas y los vientos interactúen con los continentes de diferentes maneras, generando condiciones climáticas completamente nuevas en todo el mundo.

En general, los investigadores descubrieron que una Tierra que girara al revés sería más verde. La cobertura mundial del desierto se redujo de alrededor de 42 a 31 millones de kilómetros cuadrados. Los pastos brotaron en más de la mitad de las antiguas áreas desérticas, y las plantas leñosas emergieron para cubrir la otra mitad. Y la vegetación de este mundo almacenó más carbono.

Sin embargo, los desiertos surgieron donde nunca antes lo habían hecho: en el sureste de Estados Unidos, el sur de Brasil y Argentina y el norte de China. El cambio en la rotación también revirtió los patrones de viento global, llevando los cambios de temperatura a los subtropicales y latitudes medias; las zonas occidentales de los continentes se enfriaron al calentarse los límites del este, y los inviernos se volvieron significativamente más fríos en el noroeste de Europa.

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