Biodiversidad

Incrementan la manada de elefantes en zoológicos de la CDMX para promover su conservación

  • A casi 10 meses del acoplamiento entre las hembras Ely y Gipsy, , conviven y comparten las diferentes zonas de su recinto las 24 horas al día, se alimentan y duermen juntas

Teorema Ambiental/Redacción

A casi un año de la llegada de Gipsy, la elefanta africana que fue trasladada procedente del Centro de Conservación Zoofari del estado de Morelos al zoológico de San Juan de Aragón, donde se encuentra Ely’ la Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), informó que el acoplamiento entre las dos ejemplares ha sido exitoso luego de diez meses.

El traslado de Gipsy fue una recomendación hecha por especialistas en fauna silvestre, para asegurar el bienestar de Ely que habita desde 2012 en el Zoológico de Aragón. Ahora en compañía de otras dos elefantas africanas Gipsy y, más recientemente, Annie.

El proceso de acoplamiento entre las elefantas Ely y Gipsy inició de forma gradual desde el 26 de junio de 2023, y a partir del 28 de agosto se permitió que compartieran los mismos espacios y sus tiempos de convivencia se incrementaron, hasta lograr mantenerlas juntas 24 horas al día con el apoyo de los cuidadores de animales, biólogos y médicos veterinarios y todo el equipo que le ha dado seguimiento al proceso.

Ely y Gipsy ya comparten los espacios 24 horas al día, duermen y comen juntas, interactúan en un recinto que, en atención a las recomendaciones de expertos en vida silvestre, fue ampliado en el año 2022, a pesar de que ya superaba estándares internacionales en extensión y necesidades de manejo.

Por lapsos de tiempo variables, las dos elefantas ya acopladas se buscan, conviven, se acompañan y disfrutan de las actividades que cada día prepara el equipo del área de Bienestar Animal de San Juan de Aragón con el apoyo de los cuidadores de las elefantas para fomentar el forrajeo y otros comportamientos naturales de acuerdo con la biología de esta especie.

Ely proviene de un circo, formó un vínculo positivo muy especial con sus cuidadores que habitan con ella todo el día y que la procuran. Ese vínculo se ha beneficiado con la llegada de sus otras dos compañeras Gipsy y Annie.

La elefanta Ely puede entrar y salir y utilizar las diferentes zonas de su recinto, tomar el sol, jugar con el agua en ocasiones, aunque su actividad favorita es enlodarse y echarse tierra en todo el cuerpo y ahora lo hace en compañía de Gipsy. Todo esto es parte de las actividades que aseguran una excelente calidad de vida que se ofrece a la fauna silvestre bajo cuidado profesional, en los centros de conservación de la ciudad.

Ely goza de buenas condiciones de salud y bienestar, y se atienden los diferentes padecimientos crónicos que ya presentaba. Esto se lleva a cabo con el apoyo de un equipo conformado por más de 20 personas, entre médicos veterinarios incluyendo un nutriólogo, biólogos, y cuidadores que realizan los cuidados de rutina de su piel, incluyendo uñas y suelas de las patas.

Además de llevar a cabo el cuidado de la artritis que presenta en algunas articulaciones de sus patas, padecimiento crónico que es progresivo, pero con el tratamiento y manejo adecuado que recibe, el avance es más lento y asegura que Ely se mantenga en buenas condiciones. De igual manera, se le proporciona una dieta balanceada de casi 120 kg diarios que incluye una mezcla de forrajes, frutas y verduras, concentrado especial para herbívoros silvestres y algunos suplementos de vitaminas y minerales, entre otros elementos.

A partir de la llegada de la tercera elefanta, Annie, el pasado 21 de marzo, se iniciaron las labores necesarias para su atención y habituación a su nuevo hogar y en paralelo se inició el proceso de acoplamiento con sus nuevas compañeras Ely y Gipsy, motivo por el cual, aún no están a la vista de los visitantes.

El elefante africano se encuentra en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), por lo que para algunas especies silvestres amenazadas o en peligro de extinción por diversas causas incluyendo el tráfico ilegal, la cacería y la destrucción y fragmentación del hábitat, la labor de los Centros de Conservación de la Vida Silvestre es insustituible para promover su conservación a través de diversas herramientas y evitar su extinción.

Fotografía: Sedema

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